Facebook0Twitter0Pinterest0Google+0 Esta madrugada tuvimos que cambiar la hora de los relojes…o, al menos, asegurarnos de que ya lo hayan hecho automáticamente, que es lo que ocurre ya en la mayoría de los dispositivos electrónicos a través de los que nos orientamos a nivel temporal. Este domingo comienzó el horario de verano y hubo que adelantar una hora las manillas, de modo que a las 02.00 fueron las 03.00 horas. A pesar de que el cambio de horario elimina una hora de sueño, beneficia significativamente el estado de ánimo, el humor e, incluso, el sueño, según ha asegurado a Europa Press el coordinador del Grupo de Trabajo de Salud Mental en la Sección Sueño de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), Enric Zamorano. Esto se debe a que a partir de ahora habrá más horas de sol, lo que provoca que el cuerpo segregue más melatonina y, por ende, el sueño sea de más calidad y se esté más animado durante el día. «Los ciudadanos de países mediterráneos donde hay más cantidad de luz tienen un mejor humor que los que viven en las regiones del norte donde hay más depresión«, ha aseverado.Por ello, el experto ha asegurado que lo que afecta al organismo es la cantidad de luz que recibe y no tanto que duerma una hora menos. En este sentido, ha comentado que la adaptación al nuevo horario suele ser «mínima» aunque ha reconocido que hay personas, como por ejemplo los mayores, que sí les puede costar adaptarse, aunque no más de dos días.De hecho, los niños y los ancianos son los que más se ven afectados por esta situación, especialmente sus cerebros. Así lo ha explicado también el doctor del servicio de Neurología del Instituto de Neurociencias Avanzadas Madrid-INEAMAD del Hospital Nuestra Señora del Rosario, Francisco Gilo, quien ha recordado que el cerebro es el encargado de organizar el control de muchas funciones del cuerpo.El reloj interno del cerebroEn concreto, esta organización cerebral se basa en unos patrones horarios conocidos como ritmos circadianos, los cuales se rigen por una periodicidad de 24 horas y se programan siguiendo los cambios externos de luz y oscuridad que seproducen entre el día y la noche.«Cuando se establecen los cambios horarios durante el sueño para fomentar el ahorro energético, se genera un pequeño desajuste de estos ritmos circadianos y nuestro cerebro precisa sincronizar sus ‘relojes internos’ para adaptarse a la nueva pauta», ha analizado Gilo.Finalmente, ambos expertos han abundado en la necesidad de adaptar las actividades y rutinas al nuevo horario desde el día anterior, realizándolo de forma progresiva en la alimentación, horas de ocio y el momento de acostarse.«Si sabes que vas a dormir una hora menos, es aconsejable que te acuestes una hora antes. Con esta medida solo, siempre y cuando no se tenga una sensibilidad muy acusada a la luz, la adaptación al nuevo horario va a ser totalmente normal», ha zanjado Zamorano.Potencial de ahorro en España de unos 300 millonesEl cambio de hora comenzó a extenderse a partir de 1974 debido a la primera crisis del petróleo. En España, la primera norma publicada con este tipo de contenido fue un real decreto del año 1918, por el que se adelantaba la hora oficial como medio de conseguir el ahorro de carbón. Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), el cambio de hora tiene un potencial de ahorro en España de unos 300 millones de euros (5 % del consumo en iluminación). De esa cantidad, 90 millones corresponden a los hogares, lo que supone un ahorro de seis euros por vivienda, mientras que los restantes 210 millones se deben a los edificios del sector terciario (servicios) y de la industria.Para economizar también debe haber un comportamiento responsable: mejor prescindir de la iluminación artificial cuando es innecesaria y usar tecnologías para captar el máximo de luz natural.Básicamente, estas tecnologías consisten en el uso de fotocélulas o sensores de luz que apagan o regulan la iluminación artificial en función de la luz natural aportada a la zona, a través de ventanas o lucernarios.El período de la hora de verano termina el último domingo del mes de octubre de cada año, a las tres horas de la madrugada (las dos horas de la madrugada en Canarias), momento en que la hora oficial española se retrasa sesenta minutos.En consecuencia, ese día tendrá una duración oficial de veinticinco horas.Fuente: mundoFacebook0Twitter0Pinterest0Google+0Hacer ComentarioHaz login para poder hacer un comentario